Hoy por hoy, el mundo occidental transita por una verdadera pandemia de las llamadas “enfermedades crónicas no transmisibles” como la diabetes, la hipertensión, la enfermedad cardiovascular, la enfermedad renal crónica y la obesidad.
En el mundo hay más de 347 millones de personas con Diabetes Mellitus, convirtiéndose en una epidemia mundial, que ocupa el 8° lugar entre las 10 principales causas de mortalidad a nivel mundial, y se calcula que las muertes por diabetes aumentarán más de un 50% en los próximos 10 años.
En la Argentina, la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, año 2009, reveló que la prevalencia de diabetes en personas mayores de 18 años aumentó del 8,4% al 9.6%, lo que implica un incremento en sólo 4 años de aproximadamente el 12%. Es importante destacar que la prevalencia de Diabetes aumenta con la edad, y va por décadas donde se nota un marcado incremento a partir de los 50 años.
La diabetes no solo está estrechamente relacionada con el aumento de la mortalidad en especial por causas cardiovasculares, (un 50% a 80 % de las muertes en pacientes Diabéticos se deben a causas cardiovasculares), sino que tiene una alta tasa de lesiones evolutivas o complicaciones crónicas como ser la Retinopatía (que lleva a disminución visual y ceguera), la Neuropatía ( es la alteración en la conducción nerviosa, un determinante importante de las lesiones de pie diabético que son la primer causa de amputaciones no traumáticas), y la Nefropatía (falla en la función de los riñones siendo la primer causa de diálisis en Argentina).
Si bien la diabetes de tipo 1 no puede prevenirse, la tipo 2 surge a partir de la influencia del medio ambiente y en personas predispuestas genéticamente, por lo que puede prevenirse hasta en un 60%.
- Principales factores de riesgo:
* Exceso de peso (sobrepeso u obesidad).
* La falta de actividad física (situaciones cada vez más frecuentes debido al estilo de vida actual).
* La presión arterial elevada.
* El aumento de los niveles de colesterol en sangre.
Diversos estudios muestran que hay una mayor incidencia (entre 2 y 4 veces más) de cardiopatía coronaria entre los diabéticos que entre las personas que no sufren diabetes. De hecho, se considera que el riesgo cardiovascular de una persona con diabetes sin infarto de miocardio se iguala al de una persona que ha sufrido un infarto.
¿Por qué y cómo la diabetes afecta mi corazón?
El exceso de azúcar en la sangre daña de forma progresiva la pared de las arterias (son los vasos sanguíneos responsables de llevar el oxígeno y los nutrientes a través de la sangre a todos los órganos del cuerpo). Esta lesión facilita que se deposite el colesterol y se acelere el proceso de arteriosclerosis (endurecimiento de la pared arterial) por lo tanto si se lesionan las arterias coronarias conduce a problemas como angina de pecho (dolor de pecho) , infarto agudo de miocardio e insuficiencia cardiaca, si lo hacen con las arterias que aportan sangre al cerebro conduce a accidentes cerebro vasculares , y si se afectan las arterias de las extremidades inferiores pueden causar dolor al caminar y en casos más severos no se lograr cicatrizar las heridas llevando a infecciones del pie hasta inclusive la amputación.
¿A qué llamamos prediabetes?
Este término engloba dos entidades diagnósticas: Deterioro de la tolerancia a la glucosa (niveles altos de glucemia a las 2 hs de la ingesta, entre 140 y 199 mg/dL) y la alteración de la glucemia en ayunas,(niveles de glucemias luego de un ayuno de 8 hs entre 100 y 125 mg/dL) podemos decir que son estados de transición, donde no podemos considerarlos normales pero no están lo suficientemente elevados para realizar el diagnostico de diabetes, por lo tanto en quienes están presentes (uno o ambos ) corren mayor riesgo de progresar hacia la diabetes tipo 2 ,y además es de destacar que en este período también ya se observa un aumento de la incidencia de enfermedades cardiovasculares.
Pero lo más importante y a destacar es que si intervenimos precozmente se puede modificar y/o retrasar y hasta prevenir el camino a la diabetes tipo 2.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes es una enfermedad crónica que se desencadena cuando el organismo pierde su capacidad de producir suficiente insulina o de utilizarla con eficacia. La insulina es una hormona que se fabrica en el páncreas, la cual es indispensable para vivir, porque permite que la glucosa (azúcar) de los alimentos pase a las células del organismo, en donde se convierte en energía para que funcionen los músculos y los tejidos. Como resultado, una persona con diabetes no absorbe la glucosa adecuadamente, de modo que ésta queda circulando en la sangre (hiperglucemia) con el paso del tiempo esta situación daña los tejidos. Este deterioro causa complicaciones para la salud potencialmente letales como las mencionadas anteriormente.
Existen básicamente 3 tipos de diabetes
Diabetes tipo 1: causada por una reacción autoinmune, en la que el sistema de defensas del organismo ataca a las propias células productoras de insulina del páncreas. Como resultado, el organismo deja de producir la insulina que necesita. La razón por la que esto sucede no se acaba de entender. Este tipo de diabetes aparece en niños o jóvenes adultos. Las personas con esta forma de diabetes necesitan inyecciones de insulina a diario para controlar sus niveles de glucosa en sangre. Suele desarrollarse repentinamente y podrían presentarse síntomas como: sed y ganas de comer de forma anormal, sequedad de boca, ganas de orinar frecuentemente, cansancio extremo/falta de energía, y pérdida de peso repentina.
La diabetes tipo 2 es el tipo más común de diabetes (90%). Suele aparecer en adultos, pero cada vez más hay más casos en niños y adolescentes. En este caso el organismo puede producir insulina pero, o bien no es suficiente, o el organismo no responde a sus efectos, provocando una acumulación de glucosa en la sangre. Las personas con diabetes tipo 2 podrían pasar mucho tiempo sin saber de su enfermedad debido a que los síntomas (sed y ganas de comer de forma anormal, sequedad de boca, ganas de orinar frecuentemente, cansancio extremo/falta de energía, y pérdida de peso), podrían tardar años en aparecer o en reconocerse, tiempo durante el cual el organismo se va deteriorando debido al exceso de glucosa en sangre. Incluso en muchos casos se llega al diagnostico cuando se hacen presentes las complicaciones crónicas de la diabetes. A pesar de esto a diferencia de la Diabetes tipo 1 el tratamiento inicial y muy importante es cambiar el estilo de vida (Alimentación sana y actividad física regular y sostenida en el tiempo) y normalizar el peso, la gran mayoría necesita la combinación con medicación vía oral (pastillas) y en algunos casos insulina.
Y la diabetes gestacional, es la que aparece o se descubre por primera vez durante el embarazo, momento importante a tener en cuenta ya que existe evidencia de que los hijos de madre con diabetes parecen tener un mayor riesgo de sufrir enfermedades en la vida adulta, como Cardiopatía Isquémica, Hipertensión Arterial, Accidente Cerebro Vascular y Diabetes.
¿Cómo debo controlar mi diabetes?
El Instituto Cardiovascular de Buenos Aires recomienda a los pacientes diabéticos consultar a su médico diabetologo cada 3-4 meses si su enfermedad se mantiene estable, en caso contrario la frecuencia de las visitas podría ser mayor hasta alcanzar los objetivos propuestos para el tratamiento, estos controles consisten básicamente en examen físico y control de laboratorio (análisis de sangre y orina).
Una vez por año deben realizar consulta con medico Cardiólogo, y Oftalmólogo.
En cuanto a la actividad física, lo importante es recordar que debe ser regular, de intensidad moderada, aeróbica, y se recomienda 150 minutos semanales (no dejando pasar más de 2 días consecutivos sin hacer ejercicio) o 30 minutos por día.
Las recomendaciones alimentarias deben ser prácticas y objetivas para conseguir una ingesta calórica adecuada a través de esquemas alimentarios que el paciente pueda sostener en el tiempo.
Prevención: Se ha demostrado que medidas simples relacionadas con el estilo de vida son eficaces para prevenir la diabetes de tipo 2 o retrasar su aparición. Para ayudar a prevenirla se debe:
Alcanzar y mantener un peso corporal saludable.
Mantenerse activo físicamente.
Consumir una dieta saludable que contenga entre tres y cinco raciones diarias de frutas y hortalizas y una cantidad reducida de azúcar y grasas saturadas.
Evitar el consumo de tabaco, porque aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares
Recomendaciones
ICBA recomienda hacer una prueba de glucosa en ayunas o una prueba de tolerancia oral a la glucosa a partir de los 45 años, especialmente en aquellos que presenten obesidad o sobrepeso, antecedentes familiares de diabetes, colesterol elevado, historia de macrosomía fetal (peso al nacer >4 kg) y diabetes estacional (durante el embarazo), para detectar cuanto antes la prediabetes o diabetes y entonces poder tomar medidas antes de que afecte a la salud, con especial atención en la salud del corazón.
(*): Dra. María Inés Vera. Coordinadora del Centro de Diabetes. MN 126865. Instituto Cardiovascular de Buenos Aires.
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