El conocimiento del desarrollo motor es básico para la práctica pediátrica y su estudio constituye una rama de la ciencia del movimiento. Históricamente, esta ciencia ha sido enfocada desde una perspectiva neurológica, es decir, relacionando los cambios del desarrollo motor normal con cambios en el sistema nervioso central. No obstante, en los últimos años, se ha propuesto una alternativa para entender el desarrollo denominada teoría de sistemas dinámicos, en la que el sistema nervioso central es un subsistema de entre muchos que interactúa dinámicamente para producir el movimiento y como respuesta a las tareas funcionales. Las características del entorno constituyen uno de los subsistemas que influye en el desarrollo motor, un ejemplo de ellas son las posiciones en las que son ubicados los bebés durante el transcurso del día.
Este trabajo de investigación se interesó por el concepto de las limitaciones o factores que intervienen en el desarrollo motor, considerando a las posiciones que adoptan los bebés como un límite ambiental que puede influir en el desempeño motor de los lactantes. En los cambios de movimiento que realiza el niño, la gravedad afecta más o menos a la topología, a la fuerza variable de movimiento dependiente, al vigor del movimiento y la fuerza muscular se adapta a cada cambio. Al hablar de posiciones se hace referencia a las diferentes posturas que los lactantes adoptan cotidianamente. Las posturas que pueden adoptar son: decúbito supino, decúbito prono, decúbito lateral, sedestación y bipedestación
Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, se planteó el interrogante acerca de la existencia de variaciones en el desarrollo motor en lactantes que se sitúan en decúbito prono mientras están despiertos, con aquellos que no son situados en esa posición.
En este estudio descriptivo, no experimental y transeccional. Se pretendió determinar el grado de desarrollo motor de los niños entre 3 a 6 meses que se mantienen despiertos en decúbito prono y compararlo con el desarrollo motor de aquellos que no se mantienen despiertos en esta posición
La muestra estuvo integrada por 80 lactantes sanos que concurrieron a control pediátrico en los consultorios externos de pediatría del hospital municipal Dr. Marino Cassano, centros de Atención primaria de la salud y consultorios privados de la ciudad de Miramar.
En virtud de evaluar el desarrollo motor grueso se utilizó la escala Alberta de motricidad Infantil creada por las fisioterapeutas canadienses Martha Piper y Johanna Darra. Dicha escala presenta 58 ítems organizados en 4 subescalas, correspondientes a las 4 posiciones en las que el niño es ubicado para su observación. De acuerdo a la totalidad de ítems observados se otorga un puntaje que según la edad del bebé es convertido a percentilos. El otro instrumento fue una encuesta dirigida a las madres para recaudar datos acerca de las posiciones habituales.
El grado de desarrollo motor de la muestra se determinó con la escala Alberta que lo mide a través de percentilos del 1 al 100. El promedio de percentilos obtenidos en dicha escala fue de 46,48, un 25% de los bebés se concentraron entre el percentilo 50 y 60. Si bien el 87% tuvo un desarrollo motor normal, la distribución demostró una tendencia de los lactantes a mostrar valores bajos.
Con respecto a la frecuencia del decúbito prono se vio que el 55% de los lactantes no experimentaron el decúbito prono o sólo lo hicieron una vez al día, mientras que el 37,5% fue ubicado en este decúbito 2 o 3 veces al día y sólo 7,5%, 4 o más veces al día. Teniendo en cuenta estos resultados se dividió a la muestra en dos grupos, grupo no prono conformado por el 55% de los bebés y grupo prono conformado por el 45% restante que experimentaron esta posición al menos 2 veces al día.
Sucedió una situación opuesta con el decúbito supino ya que el 67% de los bebés fueron ubicados en esta posición 4 o más veces al día, un 25% de los lactantes fueron ubicados 2 a 3 veces al día y tan solo el 8% de las madres manifestó que no los ubicaron en decúbito supino o lo hicieron sólo una vez. Entonces se puede decir que fue mucho mayor el porcentaje de madres que ubican a sus hijos 4 o más veces en decúbito supino que en decúbito prono y que hubo un bajo porcentaje de madres que los ubica 4 o más veces boca abajo.
Las posiciones preferidas más elegidas fueron la sedestación con apoyo en un 58% y boca arriba o decúbito supino en un 24%. Por otro lado, que la posición menos popular haya sido el decúbito prono coincidió con que más de la mitad de los bebés no pasaron tiempo en esta posición. En cuanto a la posición supina, fue mayor el porcentaje de bebés que se sienten incómodos en esta posición, que aquellos que la prefieren. Las posiciones al dormir se repartieron entre decúbito supino en un 40%, en decúbito lateral en un 33% y cualquiera de lo anteriores en un 23%. No hubo un porcentaje importante de bebés que durmieran boca abajo constituyendo el 4%. Esto es un resultado favorable ya que desde hace varios años que los pediatras recomiendan a las madres que los bebés no duerman boca abajo, sino boca arriba o de costado para prevenir el síndrome de muerte súbita del lactante.
Se compararon los percentilos obtenidos en los dos grupos a través de la prueba t unilateral a la izquierda. El grupo de bebés en el grupo prono tuvo una media en el percentilo obtenido en la escala Alberta, mayor a la media del grupo no prono con un valor-p 0,0044 < 0,05. Esto sugirió que el grado de desarrollo motor grueso es más avanzado en los bebés que fueron ubicados más veces en el día en decúbito prono que aquello bebés que no pasan tiempo en esta posición, siempre refiriéndonos durante el tiempo que se encuentran despiertos. En los resultados de las subescalas también se pudo observar que los lactantes pertenecientes al grupo prono obtuvieron mayores puntajes que los lactantes del grupo no prono en todas las subescalas, excepto en la bipedestación en donde los puntajes fueron similares.
Estos resultados colaboran con la perspectiva de sistemas dinámicos acerca del desarrollo motor en la cual el medio ambiente (la posición en la que los ubica su madre) influye en el desempeño motor grueso del lactante entre 3 y 6 meses inclusive.
Entonces, para evitar la ansiedad de los padres y derivaciones innecesarias de bebés que en realidad son sanos, teniendo en cuenta los resultados de esta investigación y de los antecedentes citados, se propone que lo kinesiólogos debemos informarles a los padres la importancia que tienen las posiciones habituales de los bebés en su desarrollo y aconsejarle que deben exponerlos a la posición prona más tiempo para contrarrestar el tiempo que permanecen boca arriba al dormir, posición que es recomendada para evitar la muerte súbita y así estimular las capacidades motrices, como por ejemplo el sostén cefálico, la extensión de la columna, el soporte de antebrazos, la reacción de cuerpo sobre cuerpo entre otras.
Autora: Mariana Rodríguez Urquia
Lic. En Kinesiología
Universidad FASTA
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