20 abril 2009

Consumo de Kefir y frecuencia evacuatoria

Los alimentos funcionales son aquellos a los que se les atribuye alguna acción curativa o preventiva, con beneficios saludables, siendo los prebióticos y probióticos los de mayor desarrollo. Estos últimos incluyen alimentos que han sido inoculados con microorganismos vivos que, al ser agregados como suplemento en la dieta, afectan en forma beneficiosa al desarrollo de la flora microbiana en el intestino. Poseen la capacidad de sobrevivir en el tubo gastrointestinal y colonizar el intestino, provocando beneficios sobre el huésped, tales como competencia con microorganismos patógenos y refuerzo del sistema inmunitario. Las leches fermentadas son los alimentos más conocidos que contienen probióticos, entre las cuales se encuentra el Kefir, producto obtenido por fermentación de la leche con granos formados por una asociación benéfica de bacterias lácticas, levaduras y bacterias ácido acéticas en una matriz de proteínas, lípidos y azúcares. Entre las propiedades que se le atribuyen, se encuentran regular el tránsito y regenerar la flora intestinal, ser antiséptico, reforzar las defensas del organismo y por último disminuir el riesgo de contraer enfermedades.
La frecuencia evacuatoria se define como la periodicidad con la que una persona realiza el acto de defecación, puede estar modificada cuando está alterado el estado nutricional, es decir, cuando no se están cumpliendo las necesidades fisiológicas de nutrimentos del individuo. Existen otros factores que influyen en el hábito defecatorio, tales como: tipo de dieta, factores psicogenéticos, actividad física, patologías, cirugías y fármacos.
El propósito del estudio es conocer de qué manera se relaciona el consumo de Kefir en estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Salud, docentes y no docentes de la Universidad FASTA con su frecuencia evacuatoria, planteando como hipótesis que a mayor consumo de Kefir, mayor es la frecuencia evacuatoria.
La población sujeta a estudio está conformada por estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Salud, docentes y no docentes de la Universidad FASTA, estando la muestra está compuesta por 95 individuos.
Habiendo efectuado el análisis de los datos obtenidos a partir del estudio realizado se concluye que de las 95 personas investigadas, 69 mujeres y 26 hombres cuyas edades están comprendidas entre 18 y 55 años, la mayoría modifica positivamente la frecuencia evacuatoria tanto semanal como diaria luego del consumo de Kefir. En cuanto a la primera, el 70% incrementa, mientras que el 25% no la modifica, hallando solo un 5% que no ingiere la bebida. Entre el 70% de los individuos que responden que se modifica positivamente, el mayor incremento está dado en el rango de 4-3 veces más semanales con el 29% (gráficos nº1 y nº2). Además se observa un aumento de la frecuencia evacuatoria diaria en el 52% de las personas que componen la muestra con un 43% que no produce modificaciones en la misma (gráfico nº3). Se comprueba una diferencia mucho menos marcada entre el aumento y la no modificación de la regularidad defecatoria diaria con respecto a la semanal. El mantenimiento de la periodicidad de defecación podría atribuirse a varios factores, entre los que se mencionan: ocultamiento del no consumo, elevada frecuencia evacuatoria tanto semanal como diaria antes de la ingesta de Kefir y por último, modificaciones en la dieta. Entre los que aumentaron su frecuencia evacuatoria diaria, el 43% anuncia un cambio positivo diario de 1 vez más con respecto a la situación prevalente previa a la ingesta de Kefir, mientras que en el 8% el aumento es de 2 veces más (gráfico nº3).
Antes del consumo de Kefir, la mayoría de los individuos encuestados, representada por el 36%, mueve el intestino diariamente (gráfico nº4). El gráfico nº5 representa la cantidad de veces por día que los individuos mueven el intestino, desde los que lo hacen con una frecuencia semanal diaria hasta los que lo hacen menos de 2 veces semanales, es decir que incluye todos los rangos de frecuencia evacuatoria semanal. El 81% mueve el intestino 1 vez por día, mientras que el 19% lo hace 2 o más veces en 24 horas.
La mayor diversificación de periodicidad de defecación medida en cantidad de veces diarias se da entre los individuos que mueven el intestino 7 veces por semana, es decir diariamente, lo cual es de predecir ya que es muy improbable que se realice el acto de defecación pocas veces a la semana pero varias veces al día (gráfico nº6).
En general se percibe que la frecuencia evacuatoria semanal previa al consumo es mayor en el sexo masculino, lo cual puede deberse a que las mujeres usualmente no respetan los horarios habituales de defecación, reprimiendo el deseo de evacuar. Esto lleva a la retención de la materia fecal en el colon por un tiempo mayor a lo normal desencadenando problemas intestinales tales como estreñimiento o constipación. El 58% de los hombres mueve el vientre diariamente mientras que la mayoría de las mujeres, representada por el 32%, lo hace entre 4 y 3 veces semanales (gráfico nº7). En general se recomienda tener un horario fijo para ir de cuerpo sin reprimir ni posponer el deseo, de ser posible después del desayuno ya que es cuando los reflejos gastrocólico y duodenocólico producen los movimientos de masa en el intestino grueso.
La mayoría refiere conocer cuáles son las propiedades del Kefir sobre el organismo y la forma en que debe procederse para su correcta preparación y adecuada manipulación de los granos con la finalidad de evitar su contaminación. Se deduce que la mayoría responde correctamente debido a que gran parte de los individuos fueron encuestados luego de haber participado las charlas-taller realizadas en la Universidad F.A.S.T.A. durante los meses de septiembre y octubre del año 2008 tituladas “Kefir, un alimento probiótico”.
Cabe destacar que a medida que se acrecienta la cantidad de vasos diarios ingeridos se incrementa proporcionalmente la periodicidad de defecación, tanto semanal como diaria. Cuando el consumo alcanza los 2 o más vasos se advierte una intensificación del hábito en el 100% de las personas. En cuanto a la periodicidad diaria también se puede ver un incremento proporcional según la cantidad ingerida, desde el que consume menos de 1 vaso diario hasta el que ingiere más de 2 por día, representado el 100%.
Según todo lo expuesto anteriormente, se concluye que a mayor consumo de Kefir mayor es la frecuencia evacuatoria, cumpliéndose la hipótesis planteada.
A partir del análisis de los beneficios que el Kefir tiene sobre el organismo, principalmente el de ser un importante regulador del tránsito intestinal, se sugiere continuar investigando y difundiendo su existencia, utilidades y distintas formas preparación empleando agregados como azúcar, edulcorante, frutas, chocolate, esencia de vainilla, entre otros, así como también utilizándolo para la preparación de distintas recetas de cocina.
El profesional en nutrición debería ser el principal divulgador de las ventajas de la inclusión del Kefir en la dieta, principalmente en casos de estreñimiento teniendo en cuenta su gran influencia en el hábito evacuatorio. Considerando el resto de las propiedades que se le atribuyen, también se puede fomentar su ingesta con el objetivo de reforzar las defensas del organismo, disminuyendo así el riesgo de contraer enfermedades, recomendando además complementar su consumo regular con hábitos dietarios y de vida saludables.

Autora: Boldrini, Guillermina

2 comentarios:

leticiarimola dijo...

kéfir :
Es una bebida cremosa, similar al yogur, de origen caucasiano. La longevidad de los pueblos que tradicionalmente lo han consumido, lo popularizó en Europa desde principios de siglo. Actualmente, en nuestro país lo toman especialmente quienes trabajan en el sector sanitario, ya que estimula nuestro sistema de defensas. A pesar de que es similar al yogur, la diferencia principal entre el proceso de fermentación del kéfir y del yogur estriba en que el primero fermenta la leche mediante una reacción lacto alcohólica (la lactosa de la leche se transforma en ácido láctico y se produce anhídrido carbónico y alcohol, este último en una proporción inferior al 1%), mientras que la del yogur es sólo láctica (sólo se transforma la lactosa en ácido láctico). Esta diferencia se traslada al efecto sobre el aparato digestivo puesto que el yogur comun es constipante ("queso liquido")como lo llaman los pediatras.

Anónimo dijo...

Quisiera que alguien me informe dónde adquiero el kefir, muchas gracias desde ya.