28 abril 2009

1eras Jornadas de Economía de la Salud De América Latina y el Caribe

Los días 15, 16,17 y 18 de Abril pasado se realizaron en Buenos Aires organizadas por el Ministerio de Salud de la Nación y la Organización Panamericana de la Salud. En el marco de las mismas se llevó a cabo una convocatoria de trabajos de investigación que desarrollaran distintos aspectos de la economía y la Salud.


Fueron seleccionados los trabajos realizados por representantes del Ministerio de Salud y la Dirección de Economía de la Salud; las instituciones CONICET, FIEL, CEMA y CEDES; y Universidades como: Nacional del Sur, Nacional de Tucumán, Nacional de la Plata y nuestra Universidad FASTA, entre otras.


FASTA estuvo representada por los licenciados en nutrición María Belén Ferrari y Sergio Scacchia, quienes presentaron el trabajo: “Utilización de la Canasta básica Especifica (CBE) vs Canasta básica en la caracterización de los Hogares.” A continuación un pequeño abstrac del trabajo.


El método de la v como determinante de la vulnerabilidad de los hogares consiste en establecer, a partir de los ingresos, si estos tienen capacidad de satisfacer un conjunto de necesidades alimentarias y no alimentarias esenciales, contempladas en la Canasta Básica Total (CBT). Esta incluye la Canasta Básica de alimentos (CBA), capaz de satisfacer un mínimo de necesidades energéticas y proteicas, que se traducen en unidades equivalentes por miembro del hogar.
Al comparar los ingresos mensuales del hogar con el valor de la CBA y la CBT se puede catalogar al mismo. Si los ingresos superan la línea de pobreza, se consideran suficientes; si son inferiores el hogar se considera “pobre”; y si no superan la línea de indigencia es “indigente”.


El INDEC publica regularmente los valores de CBA y CBT, pero refiere a un estándar conformado por dos adultos y dos niños en edad escolar. Utilizar este indicador puede sobreestimar la población con ingresos suficientes, excluyendo familias potencialmente vulnerables.


El objeto de esta investigación, fue analizar la posibilidad de utilizar la CBE como un criterio de vulnerabilidad.


La base de datos se obtuvo a través de una encuesta cualitativa efectuada a un referente de hogar, sobre una muestra de 120 hogares cuyos niños asisten al Centro de Salud Nº 2 de la ciudad de Mar del Plata.


Para ello se clasificó a los hogares de acuerdo a dos límites diferentes:
1) A partir de los valores vigentes de la CBT y CBA durante el mes de septiembre de 2007, para Gran Buenos Aires: $952.3 y $ 444.9 respectivamente.
2) Según las unidades equivalentes del hogar, tomando como referencia el valor de la CBT y de la CBA para el adulto equivalente: $308.19 y $144.01 respectivamente.


De acuerdo a la composición de los hogares en término de adultos equivalentes, se establecieron valores de CBA entre $ 463,28 y $ 537,01 y de CBT entre $ 991,44 y $ 1149,24. Los ingresos medios mensuales fueron $1314,56.


Según el valor publicado por el I.N.D.E.C, el 67% de la población percibe ingresos suficientes, el 25% se encuentra en condiciones de pobreza, y solo el 8% de la misma se considera indigente.
Al calcular los límites según el número de unidades equivalentes, dicha proporción sufre modificaciones: el 57% percibe ingresos suficientes, el 31% se considera en condiciones de pobreza y el 13% en condiciones de indigencia.


Al contrastar los datos obtenidos del cálculo de CBA y CBT específicas frente a los valores publicados por el INDEC, se observó que éstos últimos sobreestiman la proporción de hogares con ingresos suficientes y subestiman la prevalencia de pobreza e indigencia en la población. Esto se debe a que aun cuando la media de los ingresos superó a la CBT, el costo de las canastas específicas es mayor al publicado por el INDEC, incluso en sus valores mínimos; debido a las diferencias en la composición de los hogares respecto a la establecida como patrón.


En conclusión, la utilización de la CBA y CBT específicas se presenta como una herramienta flexible y sencilla, útil para una adecuada caracterización de los hogares y la correcta selección de los beneficiarios de planes asistenciales; ya que la utilización de criterios de selección como ‘ingresos inferiores al Salario mínimo’ no son aplicables a todos los hogares: en muchos casos, aun cuando alcanzaran este valor, no sería suficiente para satisfacer las necesidades de todos sus miembros.

Lic. María Belén Ferrari
Lic, en Nutrición
Universidad FASTA

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