¿Cómo debe ser un Programa eficaz sobre el VIH/SIDA?
Para luchar eficazmente contra una enfermedad infecciosa epidémica es necesaria la detección de rutina, la notificación obligatoria de las personas infectadas y la aplicación de las leyes que regulan los problemas causados por epidemias. Un programa para prevenir el VIH/SIDA debe proteger a las personas no-infectadas, identificar a los posibles infectados haciendo el test de detección del VIH indispensable para el diagnóstico. El paciente debe conocer los riesgos de contagio y la falta de confiabilidad de los métodos de prevención. Se debe alentar a la población a evitar comportamientos de riesgo. Las razones para que un positivo al VIH conozca su estado infeccioso se deben a que cuanto más precoz sea el tratamiento mejor se puede reducir, postergar o inhibir: La carga viral en el plasma sanguíneo y el semen. Que el virus se aloje en los santuarios o reservas virales que pueden encontrarse en el cerebro, médula espinal, tracto genital, etc. que es de donde el VIH vuelve nuevamente a aparecer si se interrumpe la medicación; es por ello que no se puede curar el SIDA con los medicamentos actuales. La formación de cepas agresivas que escapan a la respuesta inmunológica y la terapia así como la mutación de los virus y el daño irreversible del sistema inmunitario.
Los peligros que representa el virus del VIH se deben a que se transmite sexualmente en el 80% de los casos, una sola relación sexual puede ser suficiente. El peligro no es solo a nivel genital ya que el VIH puede penetrar también por una piel lastimada o una mucosa aún intacta. El período latente de la enfermedad puede alcanzar 10 o más años, durante los cuales la persona infecta sin tener ningún síntoma de enfermedad.
¿Cómo se debe prevenir la infección por el VIH/SIDA?
Para prevenir la infección por el VIH se aconseja abstenerse de comportamientos de riesgo, fidelidad mutua en la pareja y uso de condón o preservativo; las dos primeras opciones son las más seguras ya que el uso de condón tiene sus problemas. A principio de los años 90 la Academia de Medicina de Francia advirtió que para la mujer (también para el receptor en las relaciones entre varones), existe peligro, pues cuando el hombre se coloca el condón sus manos ya están previamente humedecidas con los líquidos preeyaculatorios que contienen el virus VIH, en condiciones variables pero idénticas a las del esperma. Los macrófagos, siempre presentes en las mucosas genitales, pueden captar el virus el que se incorpora al macrófago diseminándose por el cuerpo. Es por ello que el condón como prevención del VIH/SIDA debe cumplir con las mismas exigencias que los guantes de látex que se coloca el cirujano: Debe estar completamente aséptico por fuera. En consecuencia no podemos confiar que el simple uso de condón sea suficiente paras evitar una infección por el VIH.
Contradicciones de las políticas oficiales
Actualmente se insiste en hablar sólo de comportamientos protegidos o no. Se silencia que el virus del VIH puede pasar a través de micro-perforaciones naturales del látex. Este peligro se conoce pues se recomienda no utilizar lubricantes que contengan aceite. Pero lo que no se suele decir es que el aceite favorece la dilatación de micro-perforaciones permitiendo el paso del virus. No se suele tampoco decir que los homosexuales es el grupo de mayor riesgo y que existen razones científicas en apoyo. En un documento del ONUSIDA de 1997 informa que: El coito anal implica un riesgo elevado para el receptor, varias veces mayor que el de la mujer. Ello se debe a que el revestimiento epitelial del recto es muy fino y se puede rasgar con facilidad, el condón también se rompe con mayor facilidad. Se sugiere además que, aunque no se produzcan desgarros, existe una menor inmunidad natural al VIH de las células del revestimiento rectal comparadas con las de la vagina. A ello se agrega que ciertas enfermedades de transmisión sexual (ETS), como Sífilis, Blenorragia y Clamidiasis, localizadas en el recto, aumentan el riesgo de infección por el VIH y suelen cursar sin síntomas.
Otra de las incongruencias de estos programas consiste en recomendar a la mujer que desee evitar embarazos no-deseados, utilizar métodos contraceptivos pero continuar con el uso del condón para prevenir una infección por el VIH; si el condón no es efectivo para evitar embarazos menos lo es para prevenir el VIH/SIDA.
En los países de bajos y medianos ingresos, en relación con lactancia materna, se recomienda a la mujer infectada por el VIH que está amamantando, seguir haciéndolo pero interrumpir tempranamente la lactancia materna para reducir el riesgo. Esta recomendación es insólita pues científicamente se sabe que si la mujer es positiva al VIH el virus se encuentra en la leche materna en forma de partículas libres dentro del genoma de las células infectadas (macrófagos y células epiteliales). En consecuencia el calostro y la leche de transición contienen gran cantidad de macrófagos infectados. Por ello la lactancia materna de los primero meses es la más peligrosa; es claro que el mayor riesgo no es evitado.
Para luchar eficazmente contra una enfermedad infecciosa epidémica es necesaria la detección de rutina, la notificación obligatoria de las personas infectadas y la aplicación de las leyes que regulan los problemas causados por epidemias. Un programa para prevenir el VIH/SIDA debe proteger a las personas no-infectadas, identificar a los posibles infectados haciendo el test de detección del VIH indispensable para el diagnóstico. El paciente debe conocer los riesgos de contagio y la falta de confiabilidad de los métodos de prevención. Se debe alentar a la población a evitar comportamientos de riesgo. Las razones para que un positivo al VIH conozca su estado infeccioso se deben a que cuanto más precoz sea el tratamiento mejor se puede reducir, postergar o inhibir: La carga viral en el plasma sanguíneo y el semen. Que el virus se aloje en los santuarios o reservas virales que pueden encontrarse en el cerebro, médula espinal, tracto genital, etc. que es de donde el VIH vuelve nuevamente a aparecer si se interrumpe la medicación; es por ello que no se puede curar el SIDA con los medicamentos actuales. La formación de cepas agresivas que escapan a la respuesta inmunológica y la terapia así como la mutación de los virus y el daño irreversible del sistema inmunitario.
Los peligros que representa el virus del VIH se deben a que se transmite sexualmente en el 80% de los casos, una sola relación sexual puede ser suficiente. El peligro no es solo a nivel genital ya que el VIH puede penetrar también por una piel lastimada o una mucosa aún intacta. El período latente de la enfermedad puede alcanzar 10 o más años, durante los cuales la persona infecta sin tener ningún síntoma de enfermedad.
¿Cómo se debe prevenir la infección por el VIH/SIDA?
Para prevenir la infección por el VIH se aconseja abstenerse de comportamientos de riesgo, fidelidad mutua en la pareja y uso de condón o preservativo; las dos primeras opciones son las más seguras ya que el uso de condón tiene sus problemas. A principio de los años 90 la Academia de Medicina de Francia advirtió que para la mujer (también para el receptor en las relaciones entre varones), existe peligro, pues cuando el hombre se coloca el condón sus manos ya están previamente humedecidas con los líquidos preeyaculatorios que contienen el virus VIH, en condiciones variables pero idénticas a las del esperma. Los macrófagos, siempre presentes en las mucosas genitales, pueden captar el virus el que se incorpora al macrófago diseminándose por el cuerpo. Es por ello que el condón como prevención del VIH/SIDA debe cumplir con las mismas exigencias que los guantes de látex que se coloca el cirujano: Debe estar completamente aséptico por fuera. En consecuencia no podemos confiar que el simple uso de condón sea suficiente paras evitar una infección por el VIH.
Contradicciones de las políticas oficiales
Actualmente se insiste en hablar sólo de comportamientos protegidos o no. Se silencia que el virus del VIH puede pasar a través de micro-perforaciones naturales del látex. Este peligro se conoce pues se recomienda no utilizar lubricantes que contengan aceite. Pero lo que no se suele decir es que el aceite favorece la dilatación de micro-perforaciones permitiendo el paso del virus. No se suele tampoco decir que los homosexuales es el grupo de mayor riesgo y que existen razones científicas en apoyo. En un documento del ONUSIDA de 1997 informa que: El coito anal implica un riesgo elevado para el receptor, varias veces mayor que el de la mujer. Ello se debe a que el revestimiento epitelial del recto es muy fino y se puede rasgar con facilidad, el condón también se rompe con mayor facilidad. Se sugiere además que, aunque no se produzcan desgarros, existe una menor inmunidad natural al VIH de las células del revestimiento rectal comparadas con las de la vagina. A ello se agrega que ciertas enfermedades de transmisión sexual (ETS), como Sífilis, Blenorragia y Clamidiasis, localizadas en el recto, aumentan el riesgo de infección por el VIH y suelen cursar sin síntomas.
Otra de las incongruencias de estos programas consiste en recomendar a la mujer que desee evitar embarazos no-deseados, utilizar métodos contraceptivos pero continuar con el uso del condón para prevenir una infección por el VIH; si el condón no es efectivo para evitar embarazos menos lo es para prevenir el VIH/SIDA.
En los países de bajos y medianos ingresos, en relación con lactancia materna, se recomienda a la mujer infectada por el VIH que está amamantando, seguir haciéndolo pero interrumpir tempranamente la lactancia materna para reducir el riesgo. Esta recomendación es insólita pues científicamente se sabe que si la mujer es positiva al VIH el virus se encuentra en la leche materna en forma de partículas libres dentro del genoma de las células infectadas (macrófagos y células epiteliales). En consecuencia el calostro y la leche de transición contienen gran cantidad de macrófagos infectados. Por ello la lactancia materna de los primero meses es la más peligrosa; es claro que el mayor riesgo no es evitado.
María Isabel Pérez de Pio
Abogada
Delegada para América Latina de “SIDA Information Suisse” - Organización constituida por una Federación de Médicos suizos, que favorece la información científica sobre el VIH/SIDA.Miembro del Instituto de Bioética dependiente de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.
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