Tener las vacunas al día, llevar una alimentación balanceada, hacer
ejercicio y dormir al menos siete horas diarias es esencial para el
correcto funcionamiento del sistema inmunológico, que puede verse
alterado en verano por los cambios en los hábitos y debe estar en buen
estado a la hora de comenzar las clases, ya que la escuela es un ámbito
donde los más chicos pueden contraer muchas enfermedades.
"Es importante que los chicos de cinco o seis años reciban las tres
vacunas correspondientes antes de empezar las clases, que son la triple
viral -contra la rubéola, el sarampión y la parotiditis-, la sabin
-contra la poliomielitis- y la triple bacteriana celular -contra la
difteria, el tétanos y la tos convulsa-", dijo a Télam Carla Vizzotti,
jefa del Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles
(Pronacei).
La especialista precisó que las vacunas deben colocarse antes del
ingreso escolar "porque tardan entre diez y quince días en generarse los
anticuerpos".
"Luego están las vacunas que se aplican en sexto grado, como la
bacteriana acelular, la del virus del pailoma humano (VPH) en niñas y
también se puede completar el calendario en aquellos niños que no tengan
las vacunas triple viral y la de hepatitis b", detalló.
Según Vizzotti, "la escuela es un espacio donde los chicos comparten
mucho tiempo y están expuestos a muchas enfermedades, por lo que tener
el calendario de vacunación al día y llevar una alimentación saludable
son, entre otros, factores fundamentales para la salud de los más
chicos".
"El comienzo de clases es un buen momento para recordar que hay vacunas
para todas las etapas de la vida y que toda la familia debe estar
vacunada contra las diversas enfermedades", remarcó, y enfatizó que "el
lavado de manos, el aireamiento de ambientes, toser y estornudar tapando
la boca con el pliegue del codo y consultar al médico periódicamente
son hábitos importantes para interrumpir la circulación de virus y
bacterias".
Por su parte, Ernesto Crescenti, director del instituto de
inmunooncología que lleva su nombre, coincidió con esas recomendaciones y
subrayó que aunque es complicado evitar que los chicos se enfermen o
contraigan virus en la escuela, "ciertas modificaciones en los hábitos
diarios pueden colaborar a que los más pequeños refuercen y eleven sus
defensas".
"Además de chequear que los chicos tengan el calendario de vacunación al
día, se recomienda que realicen consultas periódicas con pediatras,
odontólogos, otorrinolaringólogos y oftalmólogos", detalló el médico, y
subrayó la importancia de "llevar una alimentación balanceada con alto
consumo de frutas y verduras, hacer ejercicio, pasar tiempo al aire
libre y dormir al menos siete horas diarias".
Crescenti destacó que las dietas poco saludables, las horas de descanso
entrecortadas y una elevada exposición al sol y al mar, hábitos comunes
en épocas de receso escolar, pueden generar un desequilibrio en el
correcto funcionamiento de las defensas y provocar enfermedades".
"Por eso es importante modificarlos para mantener el correcto
funcionamiento del sistema inmunológico, ya que en la mayoría de los
casos las infecciones a repetición son un indicio de bajas defensas",
aclaró.
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