28 octubre 2009

Lo que debe saber cuando operan a su hijo

Es muy importante la comunicación entre su pediatra y su cirujano infantil.
Todo es un verdadero protocolo que se debe cumplir hasta en los detalles más mínimos.
El pediatra hace un estudio completo del niño, detectando enfermedades o alteraciones previas que puedan aumentar el riesgo de la operación. Cuando existe la necesidad, se realiza la consulta con el cirujano pediátrico.


Estudios antes de la cirugía:


1- Se realiza una valoración mediante un examen de sangre para valorar la coagulación, infecciones y anemia.
2- Se realiza un electro cardiograma y valoración cardiológica para valorar la función del corazón.


Consultar al anestesista sirve para que los padres puedan obtener información, tanto de la técnica como de los riesgos, por pequeños que sean. Deben saber que no existe riesgo de alergia a la anestesia general. Esto ayuda a disminuir el miedo del niño y de los padres y a humanizar en lo posible la intervención quirúrgica. Los padres deberán informar de cualquier enfermedad que haya padecido el pequeño, o si algún familiar ha presentado accidente anestésico. Por supuesto es necesario que el medico sepa qué medicamentos ha tomado el niño en el último tiempo, y conozca el estado de salud en el momento de la intervención. Hasta el más mínimo resfrío.

¿Qué es la anestesia?


Se combinan una serie de fármacos, entre ellos los analgésicos, hipnóticos, relajantes musculares, sueros, etc. Además se manejan una serie de aparatos para vigilar y mantener en todo momento las funciones vitales del niño. Se monitorea la frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, concentración de oxigeno, presión arterial y además se lleva un registro del electrocardiograma.
Existen diversas técnicas anestesias y en cada caso se aplica la más adecuada.
Todo este procedimiento es realizado por un medico especialista en anestesia pediátrica.

Cómo preparar a su hijo


El hecho de que su hijo tenga que ser intervenido quirúrgicamente implica una permanencia corta o larga en un hospital o clínica.
Es una experiencia completamente diferente, estar rodeado de gente extraña en un ambiente desconocido, y además con la preocupación de que pueda sufrir algún dolor, mayor o menor.
Por eso es muy importante prepararse bien para que supere estos momentos, sin añadir tensiones a su estado de salud.


Esta podría ser una lista de deberes para ayudar al niño en estas circunstancias:


Si los padres tienen alguna mala experiencia o resistencia a clínicas u hospitales no comentar por ningún motivo en presencia del niño.
Insistir en que se trata de lugares donde van las personas para mejorarse.
Que estará presente para cuidarlo un amigo de los padres que el niño conoció en el consultorio (el cirujano).
Tratar de explicar lo más simple posible las razones por las cuales va a ser operado
Que la mamá y el papá se pueden internar junto al niño.

Es muy importante que lo acompañen. Es mejor que no esté solo en el día ni en la noche.
Si le prometen visita, cumplan. No lo defrauden.
No permitan que se de cuenta que están preocupados. Le trasmitirán la tensión
Hablarle en todo momento con una actitud positiva.


Es bueno tener claro varios aspectos que podrán ayudar a reducir la ansiedad del grupo familiar relacionada con la cirugía.
Primero asegúrese que entiende perfectamente bien la condición médica que ha motivado la necesidad de dicha operación. Siéntese y hable claramente con su pediatra y con el cirujano. Pregunte todas las dudas que tengan
La mayoría de los recién nacidos, lactantes y niños que se operan lo hacen utilizando anestesia general. Esta es más segura que otros tipos de anestesia, y no produce secuelas adversas en el futuro desarrollo físico ó mental del niño.
Pasado los primeros dos años de edad se puede ofrecer una explicación simple y en forma de cuento de lo que le van a realizar. Para estos fines, cuadernos con dibujos y láminas de la sala de operaciones ayudan significativamente.
Los padres pueden contar a modo de historia lo que va a suceder en forma repetitiva de forma tal, que se cree una rutina en la mente del niño.
Durante el preoperatorio se puede dar una vuelta a modo de excursión por la institución para ambientar al niño adecuadamente.


Es importante recalcar que desde un punto de vista fisiológico, el niño ideal para realizar un procedimiento quirúrgico es aquel que:
1) se ha preparado adecuadamente para la hospitalización 2) confía en sus padres, pediatra, cirujano y su grupo de colaboradores 3) entiende dentro de la capacidad de su desarrollo mental, el significado de la cirugía que se le va a practicar en su cuerpo y sus beneficios.

Dr. Sergio Polliotto
Especialista jerarquizado en Cirugía Pediátrica

No hay comentarios: