El milagro de la vida

El 25 de marzo celebramos en la Argentina, y en una gran cantidad de países del mundo, el Día del Niño por Nacer, queriendo llamar la atención sobre aquello que la genética y la embriología nos enseñan. La vida comienza en la concepción, cuando se forma un nuevo genoma, un ser humano llamado embrión, organismo con un desarrollo ordenado, gradual, continuo y coordinado por el mismo genoma, único e irrepetible. Sobre este cuerpo biológico se infunde el espíritu racional, que hace del embrión una persona humana.
Esta verdad científica es confirmada y ratificada por el Derecho, ya Vélez Sarfield mencionaba en el Código Civil, el respeto por las personas por nacer, desde la concepción. Así también nuestra Carta Magna protege la vida humana y al embrión desde la concepción adhiriendo al pacto de San José de Costa Rica y a la Convención Internacional de los derechos del niño.
Nuestra Nación Argentina, respetuosa de los derechos humanos, el más importante de todos el derecho a la vida, consagra la protección de la vida humana desde el primer instante de la concepción.
Debemos trabajar todos, médicos, educadores, juristas, científicos, profesionales de la salud, en la educación de la conciencia, para que todos puedan ver esta realidad y no traicionarla, matando, destruyendo o manipulando seres humanos, en aras de la ciencia, la investigación, el deseo, las dificultades económicas, la edad y tantas otras excusas. No hay pretexto ni situación que justifique el genocidio permanente contra los niños por nacer.
Alertemos nuestra conciencia ciudadana a favor de la vida y no claudiquemos jamás en la defensa y promoción de la vida humana. Para favorecer la cultura de la vida y cada vida humana concreta debemos comprometernos en educar para construir una sociedad que valore al ser humano sin reduccionismos, sino por lo que es, desde la concepción hasta la muerte natural. Brindando a los jóvenes una educación sexual integradora de la persona, abierta y respetuosa de la vida humana. Dando a las parejas infértiles y estériles la posibilidad de la adopción, asistiendo a las mujeres con embarazos de riesgo, promoviendo la investigación en las causas de la esterilidad para subsanarla, acompañando a ancianos y enfermos en el final de la vida.

Dra. Julia Elbaba
Decana
Facultad de Ciencias de la Salud
Universidad FASTA