28 abril 2014

¿Cómo mantener sanos nuestros pulmones?

El pulmón es un órgano diferente a la mayoría de los otros órganos del cuerpo, está formado por delicados tejidos, que están en contacto directo con el medio ambiente a través del aire inspirado llevado por la vía aérea.
Cualquier elemento que se inspire (humo de cigarrillo u de otros carburantes, gérmenes, productos químicos, etc.) puede afectarlos y causar daño, tanto a la vía aérea como al parénquima pulmonar. El cuerpo posee un sistema de defensas diseñado para protegerlo, el cual funciona muy bien la mayoría del tiempo, pero frecuentemente puede ser sobrepasado.
Para disminuir el riesgo de daño pulmonar, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) recomienda:
1.- No fumar. El humo de cigarrillo es la mayor causa de enfermedad pulmonar, fundamentalmente de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y de cáncer de pulmón. Puede producir inflamación y daño en la vía aérea estrechando los bronquios y dificultando la respiración y puede dañar el tejido pulmonar destruyéndolo y causando enfisema. Con el tiempo en algunos casos puede desencadenar cambios severos que lleven a un crecimiento celular anómalo (cáncer).
2.- Evitar ser un fumador pasivo: El humo de cigarrillo de otros fumadores es tan dañino como si Ud. fumara. Se debe evitar que las personas fumen en su casa, en el trabajo y en los automóviles.
3.- Evitar infecciones:
· Vacunarse contra la gripe y neumonía de acuerdo a la indicación de su médico.
· Higienizar, con frecuencia, las manos con agua y jabón o con alcohol (las manos son un vehículo importante de gérmenes).
4.- Evitar polución ambiental dentro y fuera del hogar
· Exterior:
- No dejar el motor del auto encendido más de lo necesario.
- No quemar hojas ni basura cerca suyo.
- Evitar salir días en que el aire tenga mala calidad: mucho polvillo, muchos alérgenos (por ejemplo: polvillo de los plátanos)
· Interior:
- Eliminar las manchas de humedad de las paredes
- Limpiar frecuentemente los filtros de los aires acondicionados
- Evitar que se acumule polvillo y al limpiarlo evite que se levante (usar aspiradora).
- Ventilar frecuentemente su casa.
5.- Reducir el stress. Practicar ejercicios, realizar técnicas de relajación, dormir suficiente cantidad de tiempo.
6.- En el trabajo. Solicitar que se mantenga una atmósfera limpia, o en caso que no se pueda evitar, que le provean los elementos necesarios para su protección (máscaras adecuadas).

Asesoró: Dr. Juan Arturo Precerutti (MN 47986), Miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), Jefe de la Sección Neumonología del Hospital Italiano de Buenos Aires. Profesor Titular del Departamento de Medicina Interna del Instituto Universitario del Hospital Italiano (IUHI). Director de la Carrera de Especialista en Neumonología (IUHI).

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