Los pies de los pacientes diabéticos muestran una mayor susceptibilidad para las infecciones, debido a tres factores centrales: la neuropatía periférica (enfermedad de los pequeños filetes nerviosos), la angiopatía (enfermedad de las arteriolas) y la alteración metabólica propiamente dicha (hiperglucemia).
En la historia natural del pie diabético se produce una secuencia característica. La insensibilidad de los pacientes a los microtraumas, la mala cicatrización de las heridas, la alteración de la mecánica del pie y la fricción en zonas determinadas por la deformidad del pie y uso de calzado inadecuado, producen formaciones de callos y úlceras. Es típica la localización en la base del segundo dedo a nivel del sector anterior del pie. En el talón es característico el compromiso de la piel en la superficie plantar. Es decir que las zonas más expuestas son las áreas de mayor presión durante la marcha o donde hay más roce del zapato.
Los callos plantares tienen una presentación característica por resonancia magnética. Cuando se detectan cambios en el brillo de las imágenes hay que sospechar una infección local. "A veces el examen clínico del pie no puede identificar la profundidad del proceso infeccioso, y es allí cuando un examen de resonancia es de extrema utilidad. La progresión de una úlcera infectada si no se trata en forma agresiva, puede dar lugar a una celulitis severa y complicarse con infección del hueso o de las articulaciones del pie", destaca el Dr. Juan Mazzucco (*).
Y agrega: "Los tendones no son una vía común de diseminación de las infecciones. De tal manera puede encontraste en la Resonancia un engrosamiento y acumulación de líquido en las vainas de los tendones. Luego de administrar agente de contraste las membranas sinoviales inflamadas suelen realzar en forma evidente".
Cuando la osteomielitis (infección ósea) es de evolución crónica, suele ser un proceso más indolente que se manifiesta característicamente por heridas del pie diabético que no terminar de curar correctamente con los tratamientos comunes a través del tiempo. En estos casos es indicativa la Resonancia Magnética porque puede demostrar con alta certeza si el proceso está limitado a los tejidos blandos o se extendió al hueso. En aquellos casos que requieren amputación como última salida terapéutica, la Resonancia es una herramienta imprescindible para la planificación quirúrgica, aclarando los límites de resección en la cirugía.
Naturalmente la prevención de lesiones es la mejor opción para los pacientes con pie diabético. Es recomendable que se busque asesoramiento sobre el cuidado de los pies ya que se requiere inspeccionarlos diariamente utilizando un espejo para mirar la planta y el talón, con el fin de detectar ampollas, hemorragias, maceración o escoriación entre los pliegues de los dedos y grietas en los talones. También es imprescindible el uso de calzado apropiado y cuidado especial con los cambios acentuados de temperatura.
No obstante, cuando ya se han instalado las lesiones típicas del pie diabético, es muy probable que el medico diabetólogo pueda indicarle un examen de Resonancia Magnética. Este es el método de elección para detectar las complicaciones porque concentra en un solo método diagnostico la posibilidad de identificar lesiones en los tejidos blandos, óseos y articulares.
(*): Juan Mazzuco. Médico radiólogo Universitario. Recertificación con mérito Septiembre de 2012. Matrícula Nacional 70.794.
Director Médico del Grupo Argus Diagnóstico Médico. Jefe del Servicio de Diagnóstico por Imágenes del Sanatorio San Lucas. Consultor del Servicio de Resonancia Magnética del Hospital Juan A. Fernandez. Consultor del Servicio de Resonancia y Tomografía del Sanatorio de la Corporación Médica de San Martín.. Director de sede enseñanza de la Carrera de Médicos especialistas en Diagnóstico por imágenes (Sociedad Argentina de Radiología y UBA) y Secretario General de la Sociedad Argentina de Radiología.
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