por el Dr. Julián Schvartzberg (*)
En épocas primaverales las plantas comienzan su proceso de reproducción (conocido como polinización), momento en el cual los diferentes pólenes son liberados al medio ambiente. Dichas sustancias en suspensión producen las famosas reacciones alérgicas estacionales, que afectan a un porcentaje importante de la población.
Una alergia es un proceso o reacción inflamatoria exagerada del sistema de defensa del organismo, ante diferentes agentes externos (también llamados "alérgenos"), a los que la mayoría de la población no produciría respuesta alguna. Esto significa que el sistema inmunitario está actuando de manera desproporcionada y con un nivel de alerta muy, alto ante pequeños estímulos totalmente inofensivos para el resto de las personas.
Este proceso puede manifestarse como una reacción en todo el cuerpo, como un eczema cutáneo, asma, rinitis o bien solo como una forma ocular pura. En este último caso, los principales síntomas son: picazón, lagrimeo excesivo, ojos rojos, secreción, inflamación o edema en los parpados. Dichas manifestaciones pueden provocar, en casos muy severos, una mala calidad de vida y hasta una perdida del rendimiento laboral o escolar.
Es por ello que, si alguna persona suele manifestar este tipo de reacciones alérgicas, existe una serie de recomendaciones que pueden ayudar a evitar la exposición a los agentes alérgenos:
- Mantenga los ambientes ventilados.
- Trate de evitar las alfombras y peluches en los dormitorios de los niños e intente no utilizar aspiradoras.
- En la medida que dependa de usted, evite la exposición a gases y agentes químicos.
- Evite el contacto excesivo con las mascotas.
- Recambie los filtros de los equipos de aire acondicionado. Esto ayuda a evitar el contacto con el polen de las plantas dentro del hogar.
- Utilice anteojos de sol para protegerse del viento.
- Mantenga las ventanillas cerradas de los vehículos en épocas de polinización.
Tratamiento de las alergias oculares
Las recomendaciones principales cuando se inicia un tratamiento se basan en evitar el contacto con el alérgeno, lo cual desafortunadamente no siempre es sencillo. Los principales agentes que provocan o empeoran un cuadro alérgico son: el polvo, polen de las plantas, agentes químicos, humo de cigarrillo y gases de la combustión de hidrocarburos, pelo de animales domésticos y algunos alimentos; entre otros.
El tratamiento debe iniciarse en forma conjunta entre el oftalmólogo especializado y el inmunólogo, quienes realizarán los estudios de diagnóstico para determinar el tipo y el grado de afección y las diferentes pautas de tratamiento y prevención. Los tratamientos principales se basan en el uso de agentes antihistamínicos o antiinflamatorios locales, sistémicos o combinados.
Puede ser de gran ayuda la aplicación de paños fríos y los lavados de los ojos con solución fisiológica fría. También, en ciertas ocasiones, la aplicación de colirios de esteroides suaves es un buen complemento; aunque se debe tener especial cuidado debido a los efectos adversos que estos pueden producir a nivel ocular. El tratamiento en la mayoría de los casos alivia los síntomas. Sin embargo, la condición tiende a reaparecer si continúa la exposición al agente irritante.
(*): Especialista en Cirugía Plástica Ocular del Instituto de Ojos Dr. Hugo Daniel Nano. M.N. 105.472
No hay comentarios:
Publicar un comentario