Latinoamérica mostró avances importantes en la cobertura de tratamiento contra el VIH y en medidas de prevención, pero debe intensificar sus esfuerzos para que en el 2020 se acerque a la detección del 90% de las personas que viven con el virus.
Así opinó el director regional de ONUSIDA para América Latina, César A. Núñez en una entrevista con Efe en Costa Rica, donde participa en una reunión privada anual de los gerentes de ONUSIDA para América Latina y el Caribe.
"América Latina ha mostrado avances importantes en los últimos años, especialmente en el tema de tratamiento. Casi en todos los países hay entrega de tratamiento y nos queda el desafío de llevarlo a todos los que lo necesitan", expresó Núñez.
El representante de ONUSIDA dijo que en la actualidad, se calcula que en Latinoamérica se identificaron al 70% de las personas que viven con VIH y que la meta de la Agenda Post 2015 es subir hasta el 90% al año 2030, como máximo.
"La intensidad a lo largo de 15 años no va a ser igual, por eso estamos llamando a que los próximos 5 años sean los testigos de una intensificación del esfuerzo. Tenemos que identificar a todos los que viven con VIH y aún no lo saben. Una vez identificadas hay que entregarles tratamiento y luego lograr que tengan una carga viral indetectable", afirmó.
Núñez explicó que ONUSIDA ha fijado las "metas 90-90-90", que significa lograr identificar al 90% de quienes viven con VIH, darle tratamiento al 90% de ese grupo, y que de ellos, el 90% ya no sea transmisor del virus, es decir que lleguen a tener la carga viral indetectable.
Para el experto, en la actualidad Latinoamérica es la región "más adelantada del mundo" en el tema de entrega de tratamiento y que tiene la posibilidad de eliminar pronto la transmisión del virus de la madre al niño.
Sin embargo, entre los grandes desafíos de la región se encuentran la prevención y la erradicación de la discriminación y del estigma que sufren las personas que viven con el virus, especialmente las personas de la comunidad LGBT (Lesbianas, Gay, Bisexual y Transexual).
Núñez aseguró que las personas del grupo LGBT tienen una alta vulnerabilidad a contraer el virus y que por ello es necesario que los Gobiernos de la región establezcan acciones dirigidas a esta comunidad, como ya lo han hecho Argentina y Brasil, y a lo que se encamina Costa Rica.
"En América Latina la epidemia sigue siendo predominante en hombres que tienen sexo con otros hombres, quienes representan una proporción importante de los casos. Las mujeres transgénero también tienen condiciones de vulnerabilidad que les coloca en desventaja frente a otros colectivos y reportan tasas altas de infección", afirmó.
Núñez dijo que la cultura latinoamericana tiende a estigmatizar y discriminar a las personas LGBT, por lo que muchas veces no se acercan a practicarse un examen, a buscar información, o a recibir tratamiento.
Otro tema al que debe prestarle atención Latinoamérica es a la educación sexual a los jóvenes, ya que además de prevenir el VIH, también combate otros flagelos como el embarazo adolescente, que representa el 20% de las mujeres embarazadas de la región, dijo Núñez.
Datos de ONUSIDA del 2013 indican que en Latinoamérica 1,3 millones de personas viven con el VIH y que ese año hubo 94.000 nuevas infecciones, de las cuales 1.800 fueron niños.
La cobertura de tratamiento de las personas con VIH es del 45%.
Douglas Marín - EFE.
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